viernes, 18 de enero de 2008

capitulo 2: Aerolineas nazgul

En el prospero Reino de Gondor...

Un recién llegado, un distinguido elfo, estaba en cunclillas detrás de unos arbustos espiando a los reyes, que paseaban por los bellos jardines del palacio...
- ¡Aja!... ¡yo sabía que ‘ese’ hombre no podría cuidar de mi princesa! Hay que ver lo delgada que está ¡Y solo hay que mirar la baja calidad de su ropa! Pobre Arwen ¡este ‘hombre’ la está matando! ;_; yo la estaría cuidando tan bien... ¡Oh! Se acercan... ¡están mirando hacía acá! Mejor me escond...
- ¡Elrond, Elrond! - Gritó Glorfindel - ¿Qué haces detrás de esos arbustos? Uy... ¡Nooo! Qué mal ¿Estás espiando a Arwen? - De pronto, y de los mismos arbustos, apareció Otro elfo y... – ¡Paf! (Ruido de caja contra cabeza de elfo guapo, pero demasiado hablador) ¡Ay!
- ¡Gracias a Elbereth que viniste, Erestor! - Exclamo Elrond saliendo de su escondite, seguido atentamente por la sorprendida mirada de Arwen y Aragorn – Lastima que no lanzaste la caja a tiempo - agrego mosqueado y avergonzado, mirando furioso a Glorfindel – pero oye ¿por qué tienes esas hojas y flores en la cabeza?
- era mi disfraz de incógnito, era una hermosa plantita - respondió humillado, se repuso y confesó sonriendo – Además, algo me decía que tenía que venir, me aburría mucho en Rivendel...
- Ya, pero andas muy descuidado, Erestor - dijo Glorfindel, sobándose aún – me pegaste mu’ fuerte
- ¬¬U
- Bueno ¿pero que pasa aquí? - Pregunto Arwen, acercándose del brazo de Aragorn, pero mirando apreciativamente a Erestor y a Glorfindel (N/As: ¬¬ maldita pervertida)
¡Tu no me hables roba caballos, roba papeles
- ¡Aragorn esto es TU culpa! - Bramó Elrond, interrumpiendo las quejas del desplazado Glorfindel (N/As: pobre... él lo habría hecho muchísimo mejor)
- ¿Pero por que suegrito? - Preguntó Aragorn, mirando confundido la escena: Glorfi estaba acuclillado en un rincón, parecía llorar. A su lado se encontraba Erestor, dándole palmaditas de ánimo en la espalda. Arwen por su parte, miraba hacía otro lado, haciéndose la desentendida. Y por último Elrond lo miraba con una rabia incontenible
- Si pues, claro que es tu culpa. Ya que ha tenido que perder mi tiempo paseando por aquí, en lugar de irme a Mordor de una vez...
- ¡Y yo que tengo que ver?
- Araggy, mi vida, - dijo Arwen, irónicamente – no haya nadie que haga viajes a Mordor...
- Y es que tú como rey, no has hecho nada por habilitar una linda y feliz carretera a Mordor... mal yerno, mal, mal yerno...
- ¡Ah¡Pero no contaban con mi astucia! - respondió él, orgulloso – ¡si miran hacia su derecha, mas exactamente el ala derecha del castillo, verán el maravilloso... ‘Aeropuerto de Gondor’
- oÔ
- Así es, ahora hay aeropuerto y aviones. Y como parte del “Programa de Reinserción Laboral de Malvados” podremos ir en Aerolíneas Nazgûl...
- ¿QUEEEEEEEEEEEEEEE? - aullaron un sin fin de voces
- ¿Y ustedes? - Gritó Araggy asustado... Ejem quisimos decir el ilustrísimo rey de Gondor ‘sorprendido’ solamente el no sabe lo que significa un susto – ¿a dónde van? Y como llegaron hasta mi cassstillo, ssss, presssiossso, cof, cof...
- También nos invitaron a la fiesta ¿verdad Faramy-Pooh?
- Justo te oímos hablar de las Aerolíneas... - dijo Eomer y rogaba – ‘por favor que no haya cupo para mi y_y por favor, por favor’
- Y nosotros también queremos ir en las aerolíneas - gritó Rosita para poder hacerse oír en medio del barullo que metían sus hijitos
- MAMAAAAAA ¿ya llegamos? Mamá, mamá, mamá ¿cuanto falta? MAMAAAAAA
- Apenas si nos trajeron hasta acá - gritó ella de nuevo – no sé por que...

..:¨¨:.. Flash Back ..:¨¨:..

En una pacifica carreta

- ¿Ya llegamos?
- Tengo hambre
- ¿puedo ir al "ja ja"?
- ¿Cuánto falta?
- Estoy aburrida
- ¿Ya llegamos?
- Tengo sueño...
- ¿Ya llegamos?
Y con una cara de mártir estaba Rosita, sonriendo beatíficamente a sus hijos. Frodo, en tanto, miraba por la ventana, ajeno al infernal ruido de los dulces hobbitcitos y Sam lo miraba amorosamente, cuidando que nada le faltara. Adelante iba el cochero, un hombre flaco, pálido y esmirriado, con un leve aire viperino. Su disfraz era tan bueno que no se le notaba para nada la barba falsa color platino. El pobre Grima ¡oh! ¿Dije Grima? nooo, quise decir... ehhhhh... ¡cochero! Si, eso... bueno, él estaba con la misma cara que tendría Sauron si tuviese que bailar la conga con Isildur, con gorro de frutas incluido (aunque... pensándolo bien... tal vez Sauri... últimamente las cosas estabas bastantes raras por allá...)
Al llegar a Bree, todo cambió
- ¡Tío cochero, tío cochero, tío cochero! - chillaban los hobbitcitos felices, después de hacer estallar los fuegos artificiales marca ‘Tío Gandalf’ (desde el fin de la guerra que Gandalf se dedicaba a eso, ser mago ya no era rentable) dejando al pobre cochero con quemaduras en 2° grado. Lo malo es que el cochero no lo tomó con el humor correspondiente
- ¡Se bajan todos los hobbits de piiiiiiiii! (N/As: ¬¬ no aceptamos groserías) ¡ustedes hobbits hijos de la gran piiiii, me tienen harto, sus hijos son unos piiiiiiiiiiiii y la piiiiiiiiiiiiii porque piiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
- ¡Oh, pero que hobbit más vulgar! - exclamo Sam tapando los oídos de su amo, aunque Frodo, ya de por sí, no se percataba de nada
- Ohhhhhhhh - gritaban y se reían los hobbitcitos – ¿viste que dijo piiiiiiiiiiiiiiii?
- Uyyyyy siiiiiiiiiii y también dijo piiiiiiiiiiiiiiiiiiii
- ¡Que es cochino!
- ¡Uhhhhhhhh!
- ¡Hobbitcitos, no digan esas malas palabras! - los reprendía Rosita – por Erú... que hobbits más traviesos...
- ¿TRAVIESOS? Son unos demonios, unos piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
- ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
- Vamos, vamos - chillaba Sam – este cochero no es buena compañía

..:¨¨:.. Fin Flash Back ..:¨¨:..

- Ahhhhhhhhhhhh - suspiró Rosita, mirando maternalmente a sus hijitos – de verdad que no me imagino por que el cochero se habrá alterado tanto... tal vez se molesto por que le sugerí una crema para sus pústulas...
- Bueno, vamos al aeropuerto... - grito Gimli, apareciendo entremedio del montón
- ¡Bien! - Chilló Galadriel, dando saltitos de felicidad, y colgándose del brazo de Celeborn – ¡vámonos, vámonos!
- ôO... Ehhhhhhh... - silencio en el castillo, todos miraban a Galadriel, ella no lo notó y siguió con una sonrisita tonta en la cara
- Ajajajaja - se escucho la solitaria risa de Bilbo. Más silencio
- Bueno... ella... ella esta Muy emocionada... - explico Celeborn algo avergonzado – ¿caminemos mejor?

En el recién inaugurado ‘Aeropuerto de Gondor’

Unas voces sensuales y muy femeninas, con toda la pinta de ser de unas lindas y simpáticas azafatas se oyeron por el altoparlante del atestado aeropuerto
- Elfas y elfos, Señoras y señores, enanas y enanos, Hobbits y... ehhhhhhh ¿hobbies?
- ¡Hobbitas! - gritó Rosita
- Ejem... gracias... ‘Ahora vamos a tener que decir todo de nuevo’ Elfas y elfos, Señoras y señores, enanas y enanos, Hobbits y Hobbitas ¬.¬ y ehhhhh, el resto de los seres que puede andar por aquí: el vuelo N° 666, con destino Mordor - Gondor, acaba de arribar...
Ok. Eso no había sido sensato. Cundió el pánico en el aeropuerto.
- ¡Ahhhhhhhhhh!
- ¡Es el fin!
- ¡El día del juicio ha llegado!
- ¡Arrepentíos!
- ¡He’s back, HE is BACK!
- ¡Recuerdos¡¡Lleven aquí sus recuerdos!
- ¡AHHHHHHHHHHHHHH! ¡quiero dos!
- ¡SOY IMPOTENTE!
Un silencio sepulcral reinó en el atestado aeropuerto...
- O.O
- ¿e-eres impotente, gi-Gimli? - Preguntó Bilbo, conteniendo una carcajada - ¿qué diría Glóin?
- ¡Sí¡¡DIGO¡¡NO! Este... es que eso, el silencio... la histeria... ¡pense que moriríamos!
- Ya... - dijo Legolas escépticamente
- ¡Es verdad! - Se defendió el enano – ¡y es que con ese avión!... ¡viene de Mordor!
Ooops, mala, mala idea. Si, el terror volvió a apoderarse del aeropuerto, junto con los gritos y el caos. Esta vez, nadie dijo nada muy comprometedor, ya conocían los peligros de hacerlo. Todos se fueron instantáneamente, quedando solo nuestros personajes. Todos menos uno, faltaba Legolas. En un segundo se dividieron para buscarlo
- ¡Erú respóndeme! ¿¡Qué hice para merecer esto!? ¿¡Qué le hiciste a mi hijo¡? - Chillaba Thranduil cuando lo encontró. Su pobre, lindo, precioso, sexy, etc., etc. (N/as: Ahhhh .) hijo, yacía en el suelo, todo pisoteado, masacrado, molido, aplastado, estrujado, apachurrado, despanzurrado... En fin, creo que captaron la idea.
- Ayayayayay - se quejaba él (N/As: triple Ahhhh)
- Gandalf ¿crees que podrás hacer algo?
- Mmmmm, no lo sé, como ahora solo uso mi magia para hacer cohetes marca ‘ Tío Gandalf’ ya no sé si me resultara...
- Perfecto - bramó Thranduil – eso es lo que yo llamo un fin honorable.
Gandalf iba a replicar algo, pero guardo silencio. Había un ruido, puso atención al igual que el resto. Se oían tambores. Tambores en lo profundo...
- Oh no... - alcanzó a susurrar. No pudo hacer nada más. Ya habían rodeado a Legolas
- Tío-señor-elfo, Tío-señor-elfo, Tío-señor-elfo... - aullaron los hobbitcitos cual grito de guerra, lanzándose sobre el pobre Legolas
- Ay... - murmuro Legolas al verse invadido por cientos de hobbitcitos, que gritaban, tiraban de él y lo pisaban constantemente
- Hobbitcitos... ¡aléjense de ese elfo inmediatamente! - Vociferó la dulce Rosita. De la nada surgió humo, que lleno todo el aeropuerto, pero sin tocarla, pues de ella salía un aura amarilla, ladeó la cabeza y puso sus brazos en jarra. Sus ojos brillaban con un resplandor rojo, que a todos les recordaba a cierto maiar ansioso de poder. Es más, algunos de los más impresionables (Sam) creyeron ver un anillo en su dedo. Gracias a todo eso, Rosita tenía aires de asesina, por lo que todos en el aeropuerto palidecieron – ¡En Formación!
Los hobbitcitos se movieron mecánicamente y se quedaron formados y en silencio, como estatuas. Excepto dos de ellos. Que a decir verdad estaban muy grandes para ser hobbitcitos, aunque por muy poco. Además, su aspecto no coincidía con el del resto de los demás, y no solo tiraban de Legolas y lo pisaban, sino que también intentaban arrancarle la ropa, le corrían mano y lo trataban de besar. Cuando las ‘hobbitcitas’ se dieron cuenta de las observaban se pararon de un salto, dejando a Legolas a medio vestir
- Ehhhhh... ¿hola? - Dijo una de ellas sonriendo estúpidamente y soltando lo que parecía parte del pantalón del elfo. Miro asustada a su alrededor y le susurro a la otra ‘hobbitcita’ – Vero, nos pillaron... hagámosles un encanta y huyamos...
- No seas tonta, Mj... no somos duendes, sabes no podemos hacer eso, mejor distraigámoslos... ¡ya sé!... - respondió Vero, tosió un poco y dijo con voz de azafata por altoparlante – Ejem... atención todos... ehhhhh... el vuelo hacia Mordor parte en 15 minutos... ehhhhh ¿mencione que el avión viene desde Mordor?
- Si, si lo mencionaste - respondió Thranduil mirándola, mezcla entre sorpresa y rabia
- ¡Viste Vero! Hay que recurrir al plan B - dicho esto, Mj gritó - ¡Miren! ¿Qué no es Isildur?
- ¡Queeee!¡Dónde, dónde! - empezaron a preguntarse todos y a mirar hacia todos lados
- ¡Ahora Vero! Huyamos... - exclamó Mj mientras corría muy lejos, seguida por Vero
- ¡Bah! - exclamó Aragorn – no había nadie, se equivocaron...
- ¬¬ Aragorn, cielo... - dijo Arwen, entorna ndo los ojos – no había tal Isildur... nos engañaron para poder huir...
- Además de incompetente es... - empezó a reclamar Elrond pero fue interrumpido por la temible Rosita, comenzó a caminar dando grandes zancadas, que con el ruido que hacían, eran iguales a las de un furioso ejercito de Uruks Hai
Y aunque ella, al ver a sus hijitos tranquilos, ya había recuperado su expresión normal, ninguno de los ahí presentes parecía haberle perdido el temor. Nadie, ni siquiera el poderoso Señor Elrond, se atrevían a respirar, por lo que todos estaban tomando un lindísimo tono morado en sus rostros. Rosita se movió hacía la derecha, en dirección al pobre y acosado Legolas, y todos se corrieron hacía la izquierda, cuando ella lo noto, se río dulcemente, pero al resto les pareció terrorífico. Los pobres hobbitcitos temblaron, pero sin desarmar su fila.
- ¡Uy! - Exclamó ella, y todos saltaron – ¡pobre elfo, tan guapo!
Se acerco hacía el príncipe con lagrimas en sus ojos. Legolas pensó que había llegado su hora, Thranduil se veía ya sin heredero, pero justo cuando lo peor se venía...
- ¿Se siente bien? ¡Le ruego que perdone a mis hijos! - pidió Rosita, y diligentemente le levanto la cabeza y la puso en su regazo
- Claro - murmuró Legolas, temeroso de llevarle la contraria – me siento estupendamente bien
- ¡Ahhhh, que bien! - respondió Rosita, ayudándolo a sentarse, miro a Gandalf amenazantemente y le dijo, aunque más parecía una orden – espero que puedas hacer algo por él, Gandalf...
- Obviamente... - dijo el mago, murmurando unos hechizos rápidamente – ya te puedes parar, Legolas
- Mago de cuarta... - murmuraba Thranduil – ‘no sé si me resulte’, blah, blah, blah...
- Ya estoy bien... - dijo Legolas parándose de un salto, solo para impactar un foco caído con su elfica cabecita
- ¬.¬U Erú, este elfo está cada día menos elfo - suspiro el rey del bosque negro, y cansado agregó – vámonos quieren...
- ¡Yupi! - Chilló Galadriel, dando alegres saltitos. Celeborn enrojeció de vergüenza y se volvió a escuchar la solitaria risa de Bilbo. El silencio se apodero nuevamente del aeropuerto, y solo fue interrumpido cuando Aragorn, presionado por su esposa, dio la orden de abordar el avión.

En otro lugar, un poco mas a la derecha de donde los otros se encontraban

- Pippin... te dije que no deberíamos haber doblado hacía la derecha...
- No te pongas así...
- ¿Ah no? Pip, estamos perdidos...
- ¡Claro que no! Podemos preguntar en ese lindísimo castillo de ahí... ¡o mejor! A esas personas... y ehhhhh, a ese gigante...
- Pip... es un gigante...
- No te pongas así...
- ¡Cómo quieres que no me ponga así!
- Ya ves, te lo advertí ahora vienen hacía acá... – susurró Pippin, mirando al grupo de personas que se acercaban
- ¡Mira! Oh ¿Qué son, Qué son? - Se preguntaban todos los que se acercaban. Hicieron un circulo en torno a los hobbits, se acuclillaron y comenzaron a picarlos con unas temibles remitas – ¡Oh, Se mueven, Se mueven!
- ¿Qué piensan que están haciendo? - le preguntó Pippin a Merry, bajando la voz
- Tú deberías saber, tú nos trajiste hasta aquí...
- ¬.¬ ¿tu no perdonas verdad?
- Disculpen... - dijo uno de ellos – pero... ¿Qué son ustedes?
- ¡Ron! - Gritó una jovencita de dientes grandes que estaba al lado del pelirrojo que había hablado primero – ¡Qué descortés eres! ¿Cómo se te ocurre preguntar eso?
- ¿Y qué, qué pretendías que hiciera, qué les preguntara por el estado del tiempo? Ahhhh claro, como tú eres la magnifica Hermione ‘lo sé todo, incluso como tratar a dos... ehhhhh... ¿personas?... absolutamente desconocidas’ Granger...
Los dos hobbits estaban desconcertados, mientras los dos jóvenes que parecían responder a los nombres de ‘Ron’ y ‘Hermione’ se seguían gritando. Uno más bajo y rechoncho se les acerco mucho
- ¿Serán plantas?
- ¡Claro que no! - gritó Merry, ya mas que fastidiado
- ¡AHHHHHH, Pero si hablan! - chilló y salió corriendo
- Oh no... - suspiró el gigante – Dean, Seamus vayan a buscar a Neville por favor
- Si, Hagrid - respondieron ellos. Se alejaron en busca de Neville pero sin dejar de mirar a los hobbits
- ¿No deberíamos llevarlos con Dumbledore? - preguntó uno de ellos al gigante, y mientras lo pensaba, el joven les dirigió la palabra – buenos días, me gustaría saber quienes son ustedes...
- Bien, al fin uno de ustedes es amable... - dijo Pippin – pero antes de presentarnos nos gustaría saber con quienes estamos hablando...
- ¿No... no me conocen? - preguntó el joven, con una luz de alegría brillándole en los ojos
- Ajajajaja ¿estas desilusionado cara rajada? - dijo burlonamente un pálido joven, que a los hobbits les recordó a Grima, claro, si Grima hubiese sido mucho más presentable
- Cállate, Malfoy, trata al menos de disimular tu estupidez ahora que estamos con visitas... - le respondió él y dirigiéndose a los hobbits les contesto con una sonrisa - yo soy Harry Potter, el pelirrojo se llama Ron Weasley y la chica que esta junto a él es Hermione Granger, el gigante se llama Hagrid y es nuestro profesor...
- Ah, muy bien, yo soy Meriadoc Brandigamo, Merry para los amigos
- Y yo soy Peregrin Tuk, Pippin para los amigos
- Y somos hobbits... - completó Merry
- Mucho gusto Jarry... - saludó educadamente, Pippin
- Ehhhhh es Harry, no Jarry... - respondió él
- Si, claro - dijo Pippin – Jarry
- …¬¬ es Harry, con H
- ¡Ahhhh! Perdón...
- Esta bien...
- ¿Todo arreglado?
- ¡Oh! Por supuesto...
- Entonces es Arry
- Pip, me parece que es Harry... - dijo Merry mirando a Harry
-¡Sí! Es Harry - respondió él aliviado
- Muy bien... Harry Po-o-tter - dijo Pippin sonriendo feliz
- :( nooooo, es Potter
- Por eso pues ¬.¬ po-o-tter
- ¡Basta! Me llamo Harry Potter, Harry Potter
- Esta bien, esta bien, si lo pones de ese modo... - respondió Pippin poniéndose a la defensiva
- ¡Viste Pip! Lo hiciste enojar tanto que le salió un rayo en la frente…
- Ajajajajajajajajaja ¡qué graciosos son! - gritaba Malfoy, ahogándose de tanto reírse
- es una cicatriz...
- Harry, llevémoslos con Dumbledore... - dijo Hermione, interrumpiendo la pelea
- ¡Un momento! Primero queremos saber donde estamos... - replicó Merry
- ¡Y también quien es Dumbledore! - agregó Pippin
- Es cierto, recuerda que no nos conocen - dijo Harry, feliz, agachándose para abrazarlos – me alegro tanto, tanto de que no me conozcan...
- Ô.o
- ¡Harry!
- Ehhh... digo... quise decir... de conocerlos eso... sí... eso... Jejejejeje
- Están en Hogwarts, la mejor escuela de magia y hechicería - respondió una voz detrás de ellos, haciéndolos saltar a todos
- ¡Director! - gritaron los jóvenes asustados
- ¬.¬ le encanta hacer eso... - murmuro Malfoy
- ¿No cree que es muy poco humilde decir que su escuela es la mejor? - preguntó Ron
Para nada, solo digo la verdad, tal como mi madre me enseño
- Bueno, lo único que yo quiero saber es que hacen aquí estos niñitos - dijo Malfoy mirando a los hobbits de arriba a abajo (N/As: o mejor dicho de abajo a abajo)
- ¡Pero que descortés! - Exclamó Pippin – ¿es que en esta escuela no enseñan modales?
- No, pero en realidad sólo él es altanero - respondió Hermione
- Cállate, sangre sucia... - respondió Draco
- ¡Hey! - Gritó Ron y se lanzo sobre él. Pronto comenzaron una pelea. Todos, muy animados, comenzaron a apoyar a uno o a otro según sus preferencias. Incluso Dumbledore las hizo de arbitro dejándose llevar por el fervor de la contienda, pero pronto recordó su posición
- ¡Basta! - Ordenó mientras hacia sonar la campanilla – ¡Cada uno a su esquina!... Digo... ¡basta! Hagrid, lleve a esos dos donde la Señora Pomfrey por favor
- Si, director... - Hagrid tomo a los dos alumnos del cuello de sus túnicas y se los llevó arrastrando
- No quisiera ser maleducado pero me gustaría saber que los trajo hasta acá, señores Tuk y Brandigamo - les dijo el director
- Oh, bien... creo que Pippin nos trajo hasta acá ¬.¬
- ¿Cómo?
- Yo tan solo caminé, tú me seguiste... - respondió Pippin
- Bueno, pero cuantas veces te dije que no fuéramos por la derecha
- ¡Pero no me detuviste! Además, se supone que tú sabias el camino...
- ¿Y que esperabas? ¿Qué tan solo me pusiera a caminar hacia la dirección correcta dejándote a ti atrás?
- ¡No me vas a negar que hemos conocido gente agradable!
- ¡Oh, por Erú!
- Ya veo - interrumpió el director – me parece que se dirigían a otra parte...
- Si, íbamos hacia Mordor... - respondió Merry, mirando de reojo a Pip
- Pero decidimos tomar un pequeño desvío - dijo Pippin ignorando a Merry
- ‘Un pequeño desvío’ Erú... – murmuró Merry, entornando los ojos – En fin… ¿Podrían decirnos que dirección debemos tomar para seguir hacia Mordor?
- Ajajajajajajaja... - rió Dumbledore alegremente
- o.O
- ¬.¬ no le veo la gracia... - dijo Merry
- Perdón, eso fue un no...
- ¿Cómo que no?
- Es que no tenemos la más mínima idea de lo que están hablando, o de donde pretenden ir... ¿qué es Mordor? - pregunto Harry
- Mordor: la guarida del peligroso Señor oscuro Sauron. Del libro el señor de los anillos, J.R.R Tolkien - recitó Hermione (N/As: nah ¿de verdad?¿Hermione lo sabía?)
- Exacto, niña - dijo Merry contento – pero estas en un grave error...
- No puede ser - respondió ella ofendida – lo leí de un libro que me traje de mi casa…
- He ahí tu problema… Mordor es real, no es parte de un libro...
- Hermione ¿había un mapa en tu libro?” - preguntó el director
- Sí, señor...
- Bueno, lo estudiaremos...
- Perdón...
- ¿Sí, Pippin?
- No es por abusar, pero somos viajeros perdidos
- Si, lo sabemos… - dijo Harry
- Bueno… todos saben lo que eso quiere decir… - comentó Merry
- Ehhh
- ...
- ¿Qué no saben dónde están? ¡Pero si ya les dijimos!
- Ehhh no, no es eso… es más obvio…
- ...
- ¡Tienen hambre!
- ¡Pero que chica mas lista! - exclamaron los hobbits
- … - en el silencio, cantaban los grillos
- Merry, creo que tendremos que ser más directos
- Si, tienes razón…
- ¡Nos van a invitar a comer ¿o no? - gritó Pippin
- Ahhhh, era eso…
- ...
- Bueno ¿les gustaría quedarse a cenar con nosotros mientras revisamos esos mapas?
- Ehhhhh ¿Qué dices Merry! ¿Podremos detenernos un momento?
- ¬.¬
- ¡Claro que sí Pippin!
- ¡Aceptamos! - exclamaron los dos hobbits
- ¿Entremos entonces?
- Esta bien…

Capítulo 1: una invitación inesperada

En la Comarca

- Señor Frodo, señor Frodo ¡le llego una invitación! ¿Me permitiría llevársela?
- ¡Sam¡Hasta cuando le pides permiso a Frodo para todo! - exclamó Rosita fastidiada
- ¿Ah? - murmuró Frodo, que no había escuchado nada
- ¡Señor Frodo! - siguió gritando Sam ignorando a Rosita
- ¡Arggg! - gruñó ella mientras trataba de despegarse de sus hijitos
- Mamì mamì mamì mamì mamì mamì mamì mamá... - chillaban ellos reclamando su atención
- ¡Dame eso! - Vociferó la dulce Rosita arrebatándole el sobre a Sam, que comenzó a hacer unos lastimosos pucheros - Toma, Frodo. Te llego esto...
- ¡Ah! Gracias, Rosita... veamos - dijo Frodo que, mientras leía la carta, se iba poniendo de varios colores, hasta llegar al rojo pasión - ¡AHHHHHHHHH! - gritó y se desmayó
- ¡Señor Frodo! - sollozó Sam, lanzándose sobre él para atenderlo
- A ver... - dijo Rosita, recogiendo la invitación, la leyó y exclamó al tiempo que salía - ¡tendré que llevar mi traje de fiesta a la tintorería!
- Mamì mamì mamì mamá - seguían chillando los hobbitcitos, hasta que se percataron que Frodo esta en el suelo inconsciente. Entonces, ellos como buenos niños hobbits se acercaron a ayudarlo - ¡tío Frodo, tío Frodo, tío Frodo, tío Frodo!
- ¡No, hobbitcitos! - Gritó Sam desesperado al ver a sus tiernos retoños saltando encima del tío Frodo. Al darse cuenta que no salían los persiguió tirándoles agua
- Mamì mamì mamì mamì mamì mamì mamì mamá - empezaron a gritar, llorar e hipar los pobres hobbitcitos todos mojados llamando a su mami
- ¿Señor Frodo, me permite preguntarle si se encuentra bien?
- No es nada, Sam - respondió él, temblando y pálido aún - soñé que me había llegado una invitación de ¡AHHHHHHHHH! - gritó Frodo y se desmayo de nuevo al ver que la invitación era de verdad
- ¡Oh! Si el señor Frodo está tan emocionado como para desmayarse debe ser que realmente quiere ir... - meditó Sam, cuando atendía a Frodo - mmmm creo que lo mejor será que vayamos... así se distraerá y recordara los viejos tiempos - suspiró Sam, enjugándose una lagrima - ¡fuimos tan felices! - Exclamó contento - se pondrá feliz cuando sepa que acepte, lo despertare para decirle... ¡señor Frodo, señor Frodo¡Por favor despierte, le tengo excelentes noticias!
- ¿Que paso Sam? - preguntó un aún aturdido Frodo
- ¡Iremos!
- ¡Oh no! - balbuceo Frodo desmayándose por tercera vez
- ¿Pero que hice mal esta vez? - suspiró el abnegado Sam mientras lo reanimaba - Samsagaz Gamyi, espero que sea por la emoción de ir a visitar a viejos amigos y no por que tu le hayas echo algo malo a mi querido amo...
- ¡Sam! - Se oyó gritar a Rosita desde el fondo del el agujero hobbit - ¡déjate de hablar solo y dime que traje vas a llevar!"

En el prospero reino de Gondor

- Aragorn, el heraldo trajo una carta a tu nombre...
- ¡Que esperas! Léela
- ¡Ah! De inmediato, mi amada Arwen...
- ¡Por Erú! ¿Qué tenga que decir todo? - Exclamo la reina cansada, mientras se acomodaba la corona y posaba frente a un gran espejo. Al notar que Aragorn no le respondía, lo miró y se dio cuenta de que estaba muy pálido y que temblaba ligeramente - ¿qué te pasa ahora?
- Es de... de...
- ¡A ver! Pásame eso... - dijo Arwen arrebatándole la carta, la leyó rápidamente y respondió - ¡iremos!
- Pero Arwen...
- Araggy, mi vida... iremos...
- Esta bien, Arwen, mi reina...

En Los Gamos

- Merry...
- ¿Qué, Pippin?
- Nada...
- U.U ahhhhhhhhhhhhhhhh
- Merry...
- ... ¿qué?
- Nada...
- ahhhhhhhhhhhhhhhh
- Merry...
- ¿qué?
- Nada...
- arggggggg
- Merry...
- ¡Hasta cuando me molestas¿No podrías dejarme hacer la hora para el almuerzo en PAZ?
- Es que yo...
-¡Es que nada!
- Esta bien, Merry
- Al fin...
- ¿Merry?
- ¿Qué?
- Esta vez te quería decir que hay una invitación ahí en la entrada, dice: ‘para Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk’...
- ¿Una invitación? Ven, muéstramela...
- Mira - dijo Pippin, acercándose al sillón donde estaba Merry
- ¡Oh! - Exclamaron los dos cuando terminaron de leer. Asombrados, se quedaron en silencio por largo rato
- Va a haber comida... - dijo Pippin lentamente al cabo de unos momentos
- Lo sé - respondió Merry - pero ya leíste donde es...
- ¿Comida abundante o quedarnos en casa el fin de semana?
- Ehhhhhhh - dudó Merry
- Ehhhhhhh - pensó Pippin
- ¡Iremos! - exclamaron los dos hobbits

En el Bosque Negro

- ¡Padreeeeeeeeeeeeeeeee!
¡Paf! (Ruido de elfo guapo al caerse en un agujero)
- Ahhhh - suspiró el rey Thranduil
- Aaaayyyy... - se quejó el apuesto, perrrrrfecto, exquisito, adorable, desssseable, rico, mino, ssssssexy... (N/As: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh) elfo al caerse en un agujero que había en medio de la sala del trono
- Hijo, olvide avisarte que están arreglando el suelo del palacio. Claro, era obvio que no lo notarías, si esas enormes vallas de seguridad son innecesarias...
- Ahhhhhhhhhh - respondió Legolas desde el fondo del boquete
- Sáquenlo de ahí - ordenó el rey un poco mosqueado, a los elfos que estaban trabajando ahí y que miraban con asombro al pobre príncipe
- Te traigo una invitación, padre - le dijo Legolas cuando salió del agujero y le entrego un sobre, que estaba bastante sucio y maltratado
- Hum... - bufó Thranduil limpiándolo un poco, y cuando al fin pudo leerlo le dijo - es para los dos, hijo
- ¿Y qué dice? - pregunto Legolas, mientras se acomodaba en el trono que tenía al lado del de su padre
Es para ir a una cena, pero es en... ¡paf! (Ruido de elfo guapo cayendo de su trono) - Thranduil entorno los ojos y le pregunto suspirando - ¿qué te paso ahora?
Se le quebró la pata al trono... - murmuro Legolas desde el suelo
- ¿Sabes qué?... iremos, tal vez él sepa que te paso, antes de la Guerra del Anillo no eras tan... tan... tan poco elfico...
- Sí, padre...

En Rohan

- Éowyn, mi vida...
- Si, Faramir, mi amor...
- ¿Tu crees que Eomer acepte que lo invitemos una temporada a Ithilien? Como él ha sido tan amable al invitarnos aquí a Edoras...
- ¡Pero que idea más maravillosa, Faramir querido! Vamos a decirle... Faramir... te quiero tanto
- Y yo a ti, Éowyn, preciosa...

En la sala del rey de Rohan
- Se acerca su hermana con el príncipe de Ithilien, Señor - anuncio el heraldo
- ¡Ay no! Por Elbereth... esos melosos de nuevo - suspiro el rey Eomer - ¡hermana, cuñadiiiito! - saludo fingiendo una sonrisa
- ¡Hermanito! Mi amado esposo tuvo la genial idea de invitarte a Ithilien a pasar una temporada... ¿no es genial¡Ahhhh Faramir es taaan inteligente! - le contó Éowyn feliz
- Si, Eomer. Pienso que es una buena manera de retribuirte, pero la verdad es que mi princesa fue la que me dio la idea - dijo Faramir mirando amorosamente a Éowyn lo que le permitió a Eomer apartarse para vomitar sin ser visto
- Y bien, hermano... ¿qué opinas?
- Esteeee “una excusa, una excusa, una excusa... ¡ah si!” ¡No puedo! - Exclamo Eomer feliz, pero para que no se notara agrego afligido - es que tengo tanto que... ehhh... ¡reinar! Eso... reinar Rohan...
- ¡Nooo! - Se quejó Éowyn haciendo pucheros - ¡yo no quiero dejarte solo!
- Éowyncita. Mi niña... no se ponga así... - rogaba Faramir haciéndole toda clase de mimos - Eomer tiene deberes que cumplir él es el rey...
- ¡No, no, no! - seguía quejándose Éowyn a la vez que se dejaba mimar
- Por Erú, Elbereth, Yavanna, Manwë... ¡alguien!¡Cualquiera! - rogaba Eomer asqueado de ver tanto amor y comenzando a ponerse verde
-¡Ha llegado una invitación para Eomer Rey, Señor de la Marca y sus huéspedes: el Príncipe de Ithilien, Faramir de Gondor y su señora, Éowyn, Dama Blanca de Rohan! - anunció el heraldo, distrayendo a Faramir y Éowyn y salvando al pobre Eomer de contraer una diabetes
- Gracias, gracias, gracias... heraldo, eres el mejor - dijo Eomer agradecido - Éowyn, Faramir, vengan para que leamos la invitación juntos...
Leyeron la invitación y se quedaron en silencio
- ¡Yo no quiero ir!... me da miedo... - susurro Éowyn asustada, aferrándose a Faramir
No te preocupes, mi cielo, si no quieres ir no iremos... - le aseguro él a su esposa
- ¡Yo si voy! - exclamo Eomer inmediatamente- todo sea por alejarme de estos dos
-¡Pero Eomer... ¡Faramy-Pooh dile algo!
-¿Faramy-Pooh? Erú... no, no, no... como... ehhh... rey... si, como rey... tengo que... Esteeee... por... mi... reino... eso... la gente... ustedes... ehhh... saben... eso... ¡si, eso!
- ¡Si no vas a cambiar de opinión iremos!
- ¿I-iremos?
- Si, Faramir, mi vida...
- Ay no... no tienen que ir... en serio...
- ¡No se hable mas! Iremos..
- Elbereth... Y_Y

En Lothlórien

- ¿Celeborn, Celeborn! - llamo Galadriel entrando a su habitación dando saltitos
- ¿Qué ocurre, Galadriel? - preguntó él sonriéndole
- ¡Mira, nos invitaron a una fiesta!
- A ver... - Celeborn leyó la invitación y exclamó - ¿Galadriel, te das cuenta de quien nos invito?
- Ay, Celeborn, por favor¡Desde hace cuantas edades atrás que no vamos a una fiesta? - protestó ella mientras se probaba vestidos de gala
- Bueno, tienes razón... pero no podemos dejar esto solo... - respondió Celeborn abarcando todo Lórien con la mirada
- Celeborn... Para eso dejamos a cargo a Haldir... - dijo Galadriel sonriéndole cariñosa - hay que darle una oportunidad. Además¡estoy tan cansada de ser la aburrida Dama de Lothlórien! Aquí todos son tan serios¡jamás pasa nada! Desde la Guerra del Anillo que nadie viene a visitarnos...
- ¡Esta bien, esta bien! - suspiro Celeborn cediendo - iremos...

En Isengard

- ¡Aja! - Exclamo Saruman triunfante, mientras observada por la Palantiri - ¡Así que eso es lo que planea!... ¡pero queeee! - chilló sorprendido y dolido - ¡no me ha invitado! Y_Y... ¡Aja¡ Tal vez se le olvido! Siiii, eso debe ser... Voy a ir igual ¡Mwhahahahhaahaha!

En la Montaña Solitaria

-¡Gimli! - gritó un enano bastante viejo y decrépito. Espero unos segundos y volvió a llamar - ¡Gimli!
- Ya voy, ya voy! - Respondió él y murmuro molesto - ¡vaya! Después de pasar tantas y tan peligrosas aventuras, tener que terminar asì siguiendo los caprichos de mi anciano padre - ¿si, padre, me llamabas?
- ¡Qué si te llamaba! ¡Hum! - Exclamo Glóin - te llegó esto y si quiere mi opinión, te diré que no es nada bueno. Si firma como Sa...
- ¡Padre! - Gritó Gimli interrumpiéndolo - leíste MI carta!
- Gimli, lo hice por tu bien...
- ¡Basta! Ya no soy un enanito chico¡ya crecí, sabes! (N/As: que ironía...) ¡Y voy a ir! ¡No me importa lo que tu pienses! - aulló Gimli dando un portazo
- ¡Pero si ni la leíste!
- Voy. A. Ir. ¡Punto! - se oyó bufar a Gimli
- ¡Bah! Jóvenes...

En algún lugar cerca de alguna parte que esta relativamente cerca de lo que estuvo a camino de los Puertos Grises

- ¡Oye, Gandalf! - Gritó Cirdan - te llegó esto... ¡ah! Y a Bilbo le llegó uno igual. Entrégaselo por favor...
- ¡Ya, gracias! - Dijo Gandalf y se alejo, buscando a Bilbo. Al cabo de unos minutos lo encontró, estaba debajo de un árbol, leyendo y riéndose bastante - ¡Bilbo, te ha llegado carta!
- Que dice! Ajajajaja
- o.O... en fin... toma... - Gandalf le entrego la carta y empezó a leer la suya - ¡oye! ¿Esto no es peligroso?
- Nooo jejejeje... me parece increíble ¡Fiesta!
- ¿Y a este que le pasa?¡Se debe haber fumado algo! - Bueno, pienso que iré. Hace edades que no voy a una fiesta. La única a la que ido fue a la tuya. Además quiero ligar con alguien, y espero que esta vez pueda hacerlo, mi último ligue no fue muy exitoso... Iremos ¿estas de acuerdo?
-¡Es genial! - rió Bilbo encantado
- Si, definitivamente este hobbit se fumo algo

En Rivendel

- Oye Elrond, mira lo que encontré - exclamo Glorfindel. Elrond, él y varios elfos mas ordenaban todo para marcharse - es una sonaja rosada, creo que es de Arwen. Te haría bien quedártela, como no la vas a volver a ver jamás... y tú la quieres tanto... ¡Auch! - se quejo al sentir que una caja le impactaba en su elfica y perfecta cabecita
- ¡Tonto! - Susurró Erestor, el que le había tirado la caja - ¡no se lo recuerdes! El pobre esta de penas...
- ¡Es cierto!
Por su parte, Elrond se hizo el que no había oído
- Señor Elrond, llego esta carta para usted y para el señor Glorfindel
- Gracias, puedes retirarte. Ven, Glorfindel. Es una invitación - dijo Elrond
- ¡Uy¡Si la letra se parece a la de Aragorn! Es un buen tipo verd... ¡Auch!
- ¡Hum¡Cof, Cof, Cof! - tosió Erestor
- Iremos... - ordeno Elrond - tal vez pueda dejar a Glorfindel allá
- ¡Que buena idea!¡La última fiesta en la Tierra Media¡Tal vez Arwen vaya y sea la última vez que la veas1¡Auch!
- Arggg - suspiraron Elrond y Erestor

En Baradûr

-¡Mwhahahhahahahahaa! Las invitaciones han sido enviadas... Gollum ¿tu crees que serán apropiadas?...
- Ssssi, tessssoro, invitadosssss felicesssss. Sssssi presssssiosssssso...
- Dámela para leerla... - pidió Él acomodándose su monóculo
- Toma, nosssotrosss también queremossss leerla
- Gollum, tu no sabes leer... ya dame eso...

Esto fue lo que leyó:

Invitación

Se invita cordialmente al... a la recepción que se realizara el 6 del 6 a las 6 de la tarde con motivo de una sana diversión. Habrá mucha comida y entretenimientos. A cargo de la animación del evento se contara con el afamado Gollum. Además de un sin número de actividades.
La fiesta se llevara a cabo en Baradûr. Favor de confirmar la asistencia.
Atte.
Sauron, Señor Oscuro

Una fiesta para invitarlos a todos
Una fiesta para encontrarlos
Una fiesta para atraerlos a todos
Y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor
Donde se extienden las fiestas hasta el amanecer.

- Si, es perfecta... - sonrío Él, orgulloso - estoy seguro de que vendrán